Los cuidadores no profesionales son fundamentales en el cuidado de personas dependientes, realizan un trabajo diario indispensable que a menudo está lleno de retos físicos y emocionales.
En el mundo del cuidado, los cuidadores no profesionales desempeñan un papel esencial. Son familiares, amigos o vecinos que, sin formación profesional, asumen la responsabilidad de atender a personas en situación de dependencia. Este rol, aunque gratificante, puede ser físicamente demandante, emocionalmente agotador y a menudo pasar desapercibido.
Cuidar de una persona dependiente implica realizar tareas que abarcan desde la asistencia básica (como movilizaciones y cuidado de la higiene) hasta el manejo de necesidades emocionales. En ocasiones estas responsabilidades se enfrentan sin conocimientos especializados ni apoyo suficiente, lo que puede generar estrés, fatiga y sentimientos de soledad. De ahí la importancia de formarse y recibir apoyo emocional.
La asociación Vivir ha contado con el Centro de Formación Serlicoop para llevar a cabo este programa, para aliviar estas cargas y ofrecer apoyo a los cuidadores, iniciativas como el programa Cuidando al Cuidador, organizado por la Asociación Vivir, ofrecen formación en todos los ámbitos donde un cuidador puede verse involucrado
El Programa «Cuidando al Cuidador»
El programa Cuidando al Cuidador, impulsado por la Asociación Vivir, ofrece 26 horas de formación práctica y emocional en temas como manejo del estrés, cuidados básicos, técnicas de relajación y cómo enfrentar el duelo. Este curso busca preparar a los cuidadores en habilidades, fortaleciendo tanto sus capacidades como su bienestar.
Los cuidadores aprenden técnicas para manejar el estrés y prevenir el agotamiento emocional. Sesiones como Manejo del estrés del cuidador y Técnicas de relajación e introducción al mindfulness son fundamentales para fomentar la resiliencia. El cuidado de personas en fases terminales puede ser especialmente difícil. Temas como Afrontar la muerte y Empatizar con los cuidados paliativos ofrecen herramientas para enfrentar estas experiencias. Profesionales de la enfermería enseñan técnicas de movilización, higiene de personas encamadas y primeros auxilios, asegurando que los cuidadores tengan las habilidades necesarias para proporcionar cuidados básicos de manera segura y efectiva. La formación incluye consejos de nutrición tanto para el cuidador como para la persona dependiente, y una guía sobre prestaciones y recursos para apoyar la labor del cuidador.
Este programa no solo mejora la calidad de los cuidados ofrecidos, sino que también fortalece la confianza y el bienestar de los cuidadores. Al proporcionar un espacio de aprendizaje y apoyo, se fomenta el reconocimiento de su papel como actores clave en el sistema de cuidados.